Piñera

Bueno, ya ha pasado más de una semana desde mi último post, pero es que esta semana ha sido puro examen. Me basta decir que tengo un mes y una semana de período de examenes, y di la mitad de mis examenes (3) en una semana, por lo tanto esta semana fue fuerte. En fin, datos freak. Pero para volver que mejor que tocar la contingencia política, ya estamos cerca y la polarización política de a poco se comienza a agudizar, y yo no soy la excepción. De partida aclarar previo a lo que voy a escribir es que soy un concertacionista de tomo y lomo, con las diferencias que uno puede tener y las críticas, pero concertacionista al fin y al cabo, así que juzguen ustedes la imparcialidad de mi comentario, aunque en verdad es más un pregunta que una afirmación. Ya aclarado lo anterior, el fondo del asunto se llama Sebastián Piñera. Cada día me simpatiza menos, obvio, quizás siento la amenaza de la derecha en el ala liberal, que convoca más, es más abierta, es más plural, pero es derecha igual, por ende para mi mucha diferencia entre una derecha y la otra no la hay, obviamente por que estamos frente a un proceso eleccionario, que como ya dije empieza a polarizar las posiciones, porque en un período común y corriente diría que Piñera y Lavín son nada que ver, pero para los efectos coyunturales son, basicamente, lo mismo. Obviamente que en el fondo de mis convicciones no me da lo mismo Lavín que Piñera, pero en fin. Bueno, el tema en sí es el dinero, la plata, la riqueza, el poder económico, muy de moda en estos días por los cuestionamientos al candidato de RN. Entonces, como buen ciudadano quiero plantear el debate. ¿Da lo mismo el poder económico que puede tener un candidato? La respuesta es claramente no. Pero luego de eso, ¿basta con vender las acciones y prometer vender las grandes empresas si se es elegido? es una buena pregunta. ¿Es posible plantear de antemano una incompatibilidad entre tener mucha riqueza y ser presidente de la república? La verdad es que lo primero que se me viene a la cabeza es que por qué se le puede privar a alguien con "mucha riqueza" de ser presidente de la república, pero luego de eso lo analizo, lo pienso, y rectifico, ¿es posible evitar el conflicto de intereses una vez en el poder? Porque un caso paradigmático es Berlusconi, un país cuyo Primer Ministro es casi un factor de la economía, y ahí está, más que cuestionado por su relación entre el poder y el dinero. Y acá en Chile, con un sistema tan presidencialista, donde el Presidente de la República basicamente tiene un tremendo poder en la economía, ¿es compatible lo uno con lo otro? La pregunta está hecha, y a mi me quedan dudas.