Y qué hay de la carta

Para nadie pasó desapercibida la parada de carro que le pegó el Presidente Lagos al decano del periodismo en Chile, el diario El Mercurio (miente?), y específicamente a su director Agustín Edwards, con referencias familiares incluidas. Para ser sincero, más allá del momento anecdótico y divertido, me dió gusto y felicidad la literalmente para´de carro. Como no va a dar gusto que el Presidente de la República saqué la voz y diga las cosas que muchos decimos y comentamos en privado, pero que a las autoridades públicas les cuesta decir, por el peso que en el ámbito del poder tiene nuestro querido diario. Como bien leí en The Clinic, es el enfrentamiento entre un dueño del poder económico y parte de la élite, y el dueño de los votos, legitimado por más del 60% del apoyo popular. Hasta aquí perfecto. No faltaron obviamente los que usaron este momento para hablar de la libertad de expresión, de la libertad de información, etc, etc. Perdón que lo pregunte, pero el Presidente de la República, no tiene derecho a opinar y a expresarse libremente acerca de lo que piensa? En fin, es un tema a analizar. Ahora bien, yendo al tema de fondo. El Mercurio, decano del periodismo en nuestro país, voz autorizada en cuanto tema aparezca en tabla, es más, voz autorizada para establecer la tabla, la opinión, la coyuntura, puede ser criticado por lo que a uno le de la gana, desde su omisión en la dictadura, pasando por su manera de informar, hasta decir lisa y llanamente que es un diario muy momio. Pero bien, y nosotros que hacemos? Y he aquí el enigma. Qué pasó con Revista APSI, Cauce, Hoy, Análisis, que pasó con el Fortín Mapocho, qué pasó con La Época, qué pasó con tantos medios de comunicación que jugaron un papel importante en la historia de este país. La verdad es triste, y tiene que ver simplemente con una doctrina, lamentable, impuesta durante los gobiernos de la Concertación: "los medios de comunicación deben sustentarse en el libre mercado", por lo tanto quien no sobreviva a la borágine del poder económico simplemente no tiene nada más que hacer. Hoy son pocos los casos que han vuelto, con esfuerzo, a competir en el mercado, como el mismo The Clinic, pero basta ver el panorama: El Mercurio, LUN, La cuarta, La Tercera, La Segunda, Qué Pasa, esos son los medios que llevan la pauta. Y después de eso, de qué nos quejamos.